Por Karla García
Las fresas (Fragaria × ananassaDuch.) es un cultivo importante en Estados Unidos con un valor de mercado de $2.2 billones de dólares, produciendo 1.12 millones de toneladas de fresas en 2019. En su mayoría la producción de fresa se realiza a campo abierto. En EUA se logra una producción durante todo el año cambiando regiones de cultivo de los estados de California a Florida. Recientemente productores en Estados Unidos están teniendo problemas en la producción a campo abierto. En California, donde se cultiva el 90% de la producción total, últimamente se esta reduciendo la superficie de acres debido al prolongamiento de sequias en el campo; además, el clima seco incrementa el riesgo a pestes, haciendo desafiante el manejar y controlar enfermedades (Green, 2014). Otro desafío para EUA es la competencia emergente en el mercado de la fresa, México y China.
Estructuras y estrategias para la producción en ambiente controlado utilizando sistemas hidropónicos en el cultivo de la fresa puede ayudar a abordar los desafíos actuales en la producción a campo abierto; además, dado al incremento de la demanda de productos cultivados localmente, productores locales en EUA han notado una oportunidad de alcanzar precios premium durante la temporada baja al producir fresas localmente en invernaderos. La producción en invernaderos puede ser una opción ya que incrementa la ventana de producción de fresa en áreas donde actualmente se cultiva. También puede ser un sistema que utilizar para incrementar la producción en general dentro de EUA. Además, manejando el ambiente dentro del invernadero no solo se puede aumentar la producción, pero también la calidad.
Mejorando el sabor de la fresa dentro de invernaderos
Todo el mundo ama las fresas. Este cultivo es reconocido por su sabor y aroma distintivos. Sin embargo, las fresas en América la mayoría del tiempo están desarrolladas pensando en tamaño, forma y vida de anaquel. Para producir fresas dulces y deliciosas necesitamos prestar atención a diferentes variables ambientales que se pueden controlar en invernaderos como la temperatura y la zona radicular.
La temperatura puede tener un fuerte impacto en el sabor de la fresa. Tener una temperatura baja es recomendado para mejorar el sabor en la fresa. Cuando la temperatura por la noche aumenta excediendo los 16°-18°C la acidez titulable aumenta, reduciendo la relación azúcar-ácido y afectando el sabor de la fresa. Por esto se recomienda mantener la temperatura por la noche entre 10-12°C para poder promover mejores niveles brix en tu fruta.
Las fresas pueden ser sensibles a altos niveles de salinidad. Cuando trabajamos con este cultivo debemos tratar de mantener los niveles adecuados de nutrientes. En comparación con otras frutas las fresas necesitan crecer en niveles mas bajos de nutrientes. La conductividad eléctrica debe ser mantenida bajo 1 dS/m. Si la CE excede 1.2 dS/m debe ser aplicado un riego. A pesar de que las recomendaciones en otras frutas es de aumentar la CE para mejorar el sabor esta no es una recomendación aplicable en la fresa. Niveles altos de CE pueden causar estrés por la sal y un efecto negativo en el rendimiento y la calidad.
Las fresas definitivamente no son un cultivo fácil y la tecnología en la agricultura controlada siempre puede proveernos de condiciones ideales para mejorar la ventana de producción, rendimiento por área y calidad en la fruta. Los productores están encontrando los grandes beneficios de crecer fresas utilizando el ambiente controlado. Es esta razón por la que la producción en invernadero hidropónico de fresa está esparciéndose rápidamente por EUA.
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¡Cultivemos para el éxito!